Born

Cierro los ojos e intento viajar en el tiempo, pero nada huele igual.

Estoy desayunando en El Cafè del Born como hice infinitas veces en mi época universitaria. Pero poco queda de ese café. Mismo lugar, mismo nombre. Todavía conserva esas grandes puertas de entrada con su logo grabado. Pero aquél discreto color madera ha sido relegado por un llamativo azul marino.
El brunch, los smoothies y las tostadas de aguacate han robado el sitio en la carta a los bocadillos de fuet.
Da igual. Ya no como fuet. De la misma manera que ya no tomo leche. Aquí, mi … Leer más