Demasiado

La pizzería de mi barrio ya me ha confirmado que esta temporada no van a hacer su especial con higos porque dicen que no les sale a cuenta. Demasiado trabajo.

De nada han servido mis alegatos sobre la subjetividad de tal adverbio. Para bien o para mal, y aunque a veces algo desequilibrada, la vida es una balanza y casi todo tiene un precio. Si hablamos de higos, lo tiene. Y yo estoy dispuestísima a pagarlo. Pero ni así.
“Demasiado” es muy relativo. A mi siempre me sobra queso en la pasta y tengo un amigo para el que nunca … Leer más

«Yo soy mía»

platja del trabucador

 

A mis 5 años, en un arrebato de amor propio me rebelé contra la autoridad familiar, mi madre. Harta de tanta imposición de la que la única destinataria era una servidora, decidí que de esa manera no se podía vivir. Me enfrenté a ella alegando que en esa casa todos me mandaban y que me negaba a estar en esas condiciones.

Ella, conocedora de todos mis miedos en forma de oscuridad y de  pequeños insectos escondidos en los rincones de las paredes de mi habitación  que solamente yo era capaz de ver, abrió la puerta mostrándome toda la negrura … Leer más

Capas

La vida y sus capas.
Llenamos las cosas de capas. Capas de pintura para tapar una mala elección en el color de la pared. Tippex, parches, impermeables. Fundas para regalar unos años más a nuestro viejo sofá. Forros para libros y fundas protectoras para nuestros gadgets.
Y de la misma manera también nosotros nos llenamos de capas. Chaquetas, abrigos. Filtros a nuestro carácter para esconder nuestros defectos y fundas a nuestra vulnerabilidad para evitar que nos lastimen.
Capas buenas y capas malas. Algunas para ocultar y otras para cuidar.

Otoño es la estación de las capas. Unas que llegan y … Leer más

Gotas de lluvia

Llueve y el aroma del café invade toda la casa.

Nada de cápsulas. Café de cafetera italiana. Placeres así necesitan un ritual. Ese olor y sonido que van saliendo con timidez hasta llegar al clímax inundando nuestros sentidos. Con lentitud.
El primer recuerdo que tengo del aroma del café va unido al olor a tabaco. Los sábados, de niña, la mezcla de los dos eran mi despertador. Me avisaban de la vuelta a casa de mi madre con nuestros croissants.
Qué curiosa es la memoria. Mi madre, que solo fumó unos años y este era el único cigarro que … Leer más